Hoy vamos a hablar de dos juegos que comparten, además del nombre, una dinámica de juego muy parecida. Los juegos son Mental Blox Game y Mental Blox 360º 3-D.
Ambos juegos recomendados para niños a partir de 5 años, por lo que podremos utilizarlos para trabajar con niños desde esa edad, pero también para niños más mayores ya que, como en la mayoría de los juegos, los niveles altos suelen ser bastante complejos.
Vamos a verlos más detenidamente:
En este juego podemos encontrar 20 figuras geométricas, repartidas en cubos, esferas, pirámides y cruces, con diferentes colores y estampados. Junto a estas piezas, tenemos unas tarjetas en las que se indica cómo colocarlas. Como la gran mayoría de estos juegos, el nivel de dificultad aumenta a medida que avanzamos en el número de la tarjeta.
Este juego no se queda sólo en una simple copia de patrones y va un poco más allá. En cada una de las tarjetas podemos leer una pregunta o instrucción relacionada con la construcción que acabamos de realizar. Puede ser que nos pidan continuar la serie cumpliendo alguna condición (como en la tarjeta de la imagen), que nos pidan hacer algún cambio para que no se repitan colores o estampados… Siempre algún reto lógico acompaña cada nivel, por lo que podremos trabajar tanto copia de patrones y relaciones visuoespaciales como razonamiento lógico.
Además, de manera complementaria, también estamos trabajando motricidad fina.
Este juego es muy parecido, en aspecto, al anterior. La caja es prácticamente la misma y la dinámica de juego muy similar. También tenemos una serie de piezas con formas geométricas y unas tarjetas que nos indican cómo colocarlas. En esta ocasión no incluye retos escritos en las tarjetas pero la manera de colocarlas, por sí sola, ya supone un reto lo suficientemente interesante como para no necesitarlo.
Como podemos ver en la imagen, en cada tarjeta se nos muestra qué piezas necesitamos y la vista de la construcción final desde una perspectiva determinada. El cubo dibujado en la parte superior derecha de la tarjeta nos indicará desde qué punto de vista es desde el que se tiene que ver de esa manera.
Con este juego estamos trabajando, relaciones visuoespaciales, constancia de forma, copia de patrones y capacidad de visualización. Además de esto, se trabaja una habilidad que no suele estar presente en muchos juegos y que no es fácil de trabajar, la capacidad de imaginar cómo se verá un objeto desde otro punto de vista. Esta habilidad nos ayudará a mejorar nuestra flexibilidad, a ser capaces de ponernos en el lugar del otro y a buscar diferentes soluciones para un mismo problema.
En definitiva, éstos son dos buenos juegos para utilizar tanto en terapia visual como en casa con los peques. Dos juegos con los que trabajarán habilidades visuales casi sin darse cuenta y mientras se divierten.
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